Tal y como os prometimos en el anterior post, aquí os traemos la segunda parte de las leyendas más misteriosas que sucedieron a lo largo del Camino de Santiago. Las historias en torno a este lugar son tantas que resulta difícil abarcar todas ellas, por eso mismo,  en esta ocasión contamos con la suerte de descubrir lo que sucedió al soldado Xulián, el motivo que provocó la sonrisa de  Danieliño o qué significa la llegada de la Campaña.

La sonrisa de Danieliño

En la catedral de Santiago de Compostela, justo en el Pórtico de la Gloria, veréis que el profeta Daniel tiene una mirada furtiva y una sonrisa pícara. ¿Su motivo? Los pechos voluptuosos de  una escultura de mujer. La leyenda cuenta que, debido al descaro de la figura y el tamaño de sus pechos, las autoridades eclesiásticas decidieron reducirlos para evitar el escándalo de los peregrinos. Como reacción a este acto, las mujeres de algunos de los pueblos cercanos comenzaron a dar forma de tetilla a sus quesos en protesta por dicha pérdida y así, según los lugareños, nació el famoso queso.

 

El soldado Xulián

Cuenta la leyenda que un soldado llamado Xulián mató por error a sus padres y para eliminar aquel pecado decidió dedicar su vida, junto a su esposa Adela, a la peregrinación. Años más tarde optó por crear un hospital para ayudar a los propios peregrinos que caminaban hacia Santiago hasta que Xulián acabó envejeciendo. Debido a su dedicación y sacrificio, se le apareció un ángel para anunciarle que, finalmente, había sido perdonado. Esta historia se hizo tan famosa que incluso nos encontramos con una iglesia románica en San Xulián do Camiño, consagrada a su nombre.

 

La santa compaña

Según la historia, la Compaña es una procesión de ánimas en pena que caminan en las noches rurales de Galicia, visitando todas aquellas moradas de aquellos que estén a punto de fallecer. Si se os hace de noche durante vuestra peregrinación y tenéis la desfortuna de toparos con ellos, veréis dos filas de personas, vestidas con túnicas negras y una vela de luz que guía su camino. Sin embargo, no estarán solos, irán acompañados de un mortal que llevará consigo agua bendita y una cruz. Pero… ¿Cómo los notaréis? Muchos aldeanos alegan que en su paso los animales se callan, formando un silencio sepulcral. Van siempre acompañados de una neblina y en el ambiente se percibe un olor a cera muy fuerte.  Para evitar que te entreguen la cruz o el agua bendita y seas condenado eternamente a vagar con ellos deberás de rezar fuerte sin escuchar sus cánticos o enseñarles la cruz que deberás llevar en ese momento contigo, pronunciando las siguientes palabras: “Eu Cruz xa teño” (yo Cruz ya tengo). Solo así conseguirás que te dejen en paz.

Estas son todas las historias que conocemos alrededor del Camino. ¿Conocéis vosotros alguna más? ¡Contádnosla!